Estuve un tiempo haciendo de "mosca cojonera" y alguna que otra foto en el equipo del Parga Team de resistencia donde corría Agustí y puedo asegurar que lo que José Luis relata magistralmente es la esencia de las carreras de clásicas.
El compañerismo y la camaraderia entre todos es absoluta. Allí he tenido el placer de conocer a personas fabulosas, tanto en equipos como en la organización.
A mi, que me han de cronometrar con calendario, que mis ídolos de Montjuïc y otras gestas motoristas me saluden como si yo fuese alguien, me deja que no quepo en la piel.
A ver si acaba esta maldita pandemia y podemos volver a los circuitos.
Pañales y políticos han de cambiarse a menudo. Y por los mismos motivos.