Después de un tiempo desconectado del foro por temas de trabajo, vuelvo con fuerzas renovadas y con un nuevo proyecto entre manos. Tras el kart Tapias-Montesa de 100cc que muchos ya conocéis (podéis verlo aquí: viewtopic.php?t=19545 ), ahora nos lanzamos con otro centurión: nada menos que una Bultaco Lobito 100 AK “scrambler” de 1969.
Muchos ya conoceréis la Lobito 100 Mk1. Para los que no, aquí va una breve introducción de este modelo tan icónico de la marca.
Un poco de historia
A mediados de los 60, Bultaco ya estaba volcada en el trial. Habían lanzado la Sherpa T de Sammy Miller y competían (y ganaban) pruebas por toda Europa. Mientras tanto, otras marcas españolas aún no habían entrado en serio en la disciplina (OSSA lo haría en el 67 con la 230 Trial y Montesa en el 68 con la Trial 250). En España, el trial era casi desconocido, practicado principalmente por la familia Bultó y unos pocos aficionados. Pero Bultaco no solo tenía las motos: también formaba a una cantera de pilotos desde niños, con mini-motos equipadas primero con motores Mymsa y Mosquito, y más tarde con motores propios.
De hecho, en el mítico Trial de Grenoble ya participó un jovencísimo Ignacio Bultó con una mini-Bultaco de trial. Todo esto dio a la marca una ventaja incalculable cuando el trial empezó a despegar en nuestro país. Bultaco ya acumulaba años de experiencia, títulos… y además contaba con una cantera de pilotos propia.
La Lobito Mk1 (1966)
El origen de la Lobito Mk1 puede rastrearse en aquellas primeras mini-Bultaco familiares. El concepto se fue perfeccionando con la colaboración de figuras como Manel Soler o Sammy Miller, hasta que en junio de 1966 se presentó oficialmente como modelo 19, acompañada de su “hermana de carretera”, la Junior modelo 20 (con la que compartía muchas piezas, incluyendo gran parte del chasis y el motor).La Lobito Mk1 estaba pensada como moto de trail juvenil, mientras que la Junior era su versión de carretera.
En España apenas se vendieron, e incluso algunos artículos la describen como “la moto de los pijos de Barcelona”. No era barata: llevaba chasis tubular, motor derivado de las Bultaco grandes, horquilla hidráulica con botellas de aluminio… Era, en definitiva, una pequeña moto de trail muy bien hecha. Y es que comprarle a un hijo una Lobito que costaba lo mismo que una Mercurio familiar era casi un lujo. Incluso organismos oficiales como la Confederación de Aguas del Guadiana llegaron a usarla.
En total se fabricaron 4.240 unidades, y el modelo permaneció en el mercado hasta la llegada de la Mk3. El verdadero éxito de la Lobito llegó en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, donde la cultura offroad vivía un boom y existía un gran mercado para motos de 100cc de trail. También en Suecia tuvo buena acogida, con versiones de hasta 125cc.
La Lobito en Estados Unidos
En Estados Unidos, que estaba experimentando un boom con la moto de campo, la Lobito se convirtió en una muy buena moto para los jovenes. A diferencia de España, en Estados Unidos había un gran mercado para las motos de 100 c.c. de Trail, con marcas como Hodaka, Bridgestone, Yamaha, Honda, Moto Beta, Hercules, Zundapp....
Allí estas motos se usaban tanto para salidas familiares como en competiciones de desierto, scrambles y flat track. Rápidamente surgieron preparadores y piezas aftermarket (Steen, B&N, Roher, Van Tech, Rickman, Webco…), y las revistas especializadas publicaban artículos mensuales sobre cómo modificarlas.
Un ejemplo fue el “Lobito 100 hop-up manual” publicado en Modern Cycle. Básicamente un manual de como preparar tu Lobito. Un articulo de varias páginas muy detallado y con gran cantidad de imágenes, en el que se muestra todo el proceso. Ruedas de 18", cortar y alargar basculante, soldar y tornear una cámara de combustion más pequeña, limar lumbreras, mecanizar la tobera para adaptar un Mikuni de 22mm... Doug Yerkes, responsable de Bultaco Western colaboro en el articulo y tomo nota de todo, y Bultaco en San Adrián tambien...
Bultaco vió allí una oportunidad. Y desarrollo un kit de preparación para la Lobito. Este kit se menciona en una revista americana, y en el propio manual de usuario en su versión en inglés. También se puede ver en el catalogo Sueco. Incluía culata de 14:1, cilindro con distribución más agresiva ( Heredado del motor de kart del que hablaremos en otro post ), carburador IRZ de 22 mm y escape tipo tubarro por arriba. Todo por apenas 150 dólares, mucho más económico que preparar una Hodaka!
Nace la Lobito AK (1968)
En 1968, Bultaco decidió convertir aquel kit en un modelo propio: la Lobito AK (modelo 38), también llamada “Lobito K” o “Scrambler”. AK significa america kit o kit.
Además de las piezas del kit, incorporaba:
- Caja de cambios de relación cerrada
- Biela con jaula de agujas (en vez de casquillo de bronce)
- Horquilla con barras tratadas térmicamente
- Piñón de 13 y corona de 60
- Cubrecadenas específico para la corona grande
- La caja de cambios cerrada permitía aprovechar mejor los 14,5 CV que entregaba el grupo térmico, una potencia muy puntiaguda y concentrada a 9.000 rpm.
- La biela con jaula de agujas garantizaba fiabilidad a ese régimen, donde el casquillo de bronce de la versión estándar resultaba insuficiente.
- La horquilla con tratamiento térmico aportaba mayor robustez para uso competitivo (aunque, como veremos más adelante, seguía siendo uno de sus puntos débiles).
- El cubrecadenas específico hacía posible montar la nueva relación de transmisión sin necesidad de eliminar el protector original.
Nuestro proyecto
Hemos conseguido localizar una Lobito AK en Estados Unidos y, tras repatriarla, nos disponemos a restaurarla.
La moto está en un estado peculiar: conserva neumáticos Pirelli originales y cadena Joresa, lo que sugiere poco uso, pero el óxido es abundante y el escape prácticamente ha desaparecido. Parece haber estado parcialmente sumergida y faltan piezas.
Lo importante es que lo esencial está ahí. Y como siempre, ¡no nos arrugaremos ante el reto!
Espero no haberos aburrido con tanto texto y que os apetezca seguir el proceso de restauración en los próximos posts.
¡Un saludo a todos!