Y sin embargo, si te pilla la lluvia bien preparado, te convierte un viaje en una experiencia única que no olvidas nunca. Todo tiene su parte buena y su parte mala, según lo vivas.
Y eso en carretera. Que los tríales más agradables que recuerdo tuvieron siempre su poquito de humedad de más.
Nosotros tuvimos un Guadalajara - Alcañiz con las Impala en mitad de una alerta naranja donde se caló casi todo, excepto el traje de plástico "verde agromán" que compramos en Molina de Aragón.