Aquí va la crónica prometida.
Perdonad por el ladrillazo, pero me faltan palabras para describir todo la acontecido.
Me supo muy mal la avería de la moto de Iberpaco. Era sin duda la BSA más bonita de Colombres. Lástima que sólo sale en una foto, de las dos que tomé antes de la ruta.
Tras encontrarnos con Xenca y el grupo de Lleida y conocer a Celestino personalmente, la salida de la ruta por parte de los morineros fue un tanto caótica. A poco de empezar Mario tiene algún problema, por lo que se retrasa. Josep Maria y Xenca entran en la gasolinera pensando que yo tenía que repostar, mientras yo pensaba que esperábamos a Mario. En eso Xenca , que no nos había visto parar, sale disparado a buscarnos pensando que estábamos delante. Tras el desconcierto salgo tras él, quedando ya de cabeza de pelotón. El más tonto y sin conocer la zona ni la ruta va delante

. Suerte que Josep Maria me había dicho que había unas flechas que indicaban el camino...
Tras unos 10km la BSA se para, pero no me doy cuenta, pues entre medio estaban Dudo, Josep Maria, Mario y Xenca, que nos repasaba a todos, se detenía y nos echaba fotos, para volver a cogernos, pasarnos y retratarnos de nuevo. En una zona en que íbamos tras los sides (están locos estos romanos! La rueda de la barca, o la metían en la cuneta o la levantaban medio palmo) me pasan los de Lleida y me parece volver a ver la BSA. Tiro confiado hasta Berjes, donde tiene lugar el contundente "aperitivo". Allí buscamos a Iberpaco y no está. No tengo cobertura y sí varios WhatsApp y llamadas perdidas suyas, que se le ha parado la BSA y está sin compresión. Le escribo unos WhatsApps con la esperanza de pillar cobertura en algún momento y que le lleguen. De camino de vuelta Dudo me hace señales. Lleva el piloto posterior colgando del cable. Se han roto las torretas de los tornillos. Gracias a la cinta aislante que nos deja Mario lo sujetamos y para Colombres. Allí hablo con Pepe, que ya tienen la moto en San Vicente y vienen con el scooter de su hermano.
En la plaza nos encontramos con Saarinen, que va a hacer la subida, su hijo, Sento y su chico (a Dudo le quedan dos telediarios de ser el morinero más joven

),Tiopencho y Paco "latas". Conocemos a Juliomar, que también compite, a Santi y a Carloss. También a Karl, que nos habla de su Dart 400 y a los dos escoceses, que me tendrán que disculpar pues no recuerdo sus nombres, pero que van que se las pelan. También charlamos con Paul Smart, que aparcó su Honda Four 250 junto a la Kangurito. Por cierto que la pequeña despertó pasiones.
A Sento y Tiopencho les ha abducido Tino para que hagan de comisarios en la subida, por lo que se comen un bocadillo y a sus puestos.
Saarinen llega de la subida de entreno y se pone a cambiar los surtidores, que la moto no acaba de ir bien. Juliomar tampoco está contento del todo. Con el de la tercera Morini no hablamos, al menos yo
El que se baja jurando en arameo es el de la Derbi RAN, que va como un tiro, pero que se le saltan las marchas en algunos baches.
La subida ya la han comentado, así que me la salto.
Iberpaco y señora se vuelven a San Vicente para estar con su familia y Dudo y yo decidimos quedarnos hasta la cena, cuando vemos que a mi moto no le van las luces del faro. Decidimos volver a San Vicente con (entre) las demás motos y venir a la cena en coche. Fue una buena decisión porque a la ida iba tras Iberpaco y estuve tan absorto admirando el paisaje que ni me fijé en el camino.
La cena estuvo muy bien. Buena comida y mejor compañía. Nos hubiésemos quedado toda la noche, pero había que ir a dormir.
Al día siguiente nos saltamos la ruta e hicimos un poco de turismo con Iberpaco y Núria. La verdad es que es una zona espectacularmente hermosa.
Ellos se quedaron comiendo con su familia y nosotros volvimos a Colombres justo cuando venían de la ruta del domingo, que tendrá que relatar alguno de los que la hicieron.
Las carreras de correpasillos organizadas para los chavales pequeños creo que fueron lo mejor del fin de semana. Lo pasamos en grande con los pequeñajos.
Impresionante la fabada. Repetí y pagué las consecuencias hasta el día siguiente
Estuvimos viendo las motos de cross clásicas, aunque no fuimos a las carreras. Nos pierde ponernos a hablar...
Entrega de trofeos, camisetas de la 7 Morinada, fotos para la posteridad y despedida de participantes.
Después de una fugaz visita al mercadillo, donde saludamos a Padilla (un abrazo Juanjo), nos volvimos para San Vicente.
Por la tarde aún tuvimos tiempo, antes de cargar las motos, de dar una vueltecilla por donde Iberpaco llama "mi pequeño trocito de mar". Allí nació, se crió y que le tiene robada el alma.
No me extraña, pues un pedacito de la nuestra también se quedó ahí.
Queremos dar nuestro agradecimiento a José y Núria y su familia, especialmente a su madre (un beso muy fuerte, Lines) y a su hermano y sobrina.
Gracias!
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Pañales y políticos han de cambiarse a menudo. Y por los mismos motivos.