La silla iba para la basura y un conocido se acordó que yo andaba buscando una de este estilo y no dejó que la tirasen. Me la guardó y la he restaurado.
Ya tenía experiencia en ebanistería, aunque hiciese muchos años que no hacía nada, y me ha hecho mucha ilusión como ha quedado. Y por cuatro duros.
Ahora estoy haciendo sitio en mi "taller", antiguo establo de casa de mi padre, limpiando la porquería acumulada y ordenando lo que no vaya al reciclaje, para poder trabajar con un poco de desahogo, pues tengo más muebles para restaurar.
Por el momento bicis, motos y coches se quedan en stand-by.
