El caso es que como se lo puso y no despegaba, decidió que debía ser por lo gordo que estaba. Y se lo puso a su ayudante (que era también el novio de su hija). Y como tampoco despegó, pensó que faltaba impulso, y lo subió a la cantera que había por encima de su taller, desde donde lo tiró.
No sólo atravesó el techo, sino que se partió las dos piernas.
Eso sí, finalmente se casó con la hija, y siguió fumando con el padre unos canutos que eran como un brazo de gitano. Bob Marley no era más que un mierdecilla a su lado.
Y eso es sólo parte del montón de cosas que vi hacer a aquel mecánico, y que incluían buggys con motores de Seat 850 y cosas por el estilo.
Lo que siempre me he preguntado es ... ¿dónde habría llegado aquel hombre si le hubieran formado un poco? Porque era un absoluto creador, como pocos he visto.
Recuerdo que cuando le llevabas la Cota 74 con el muelle del selector roto, te preguntaba cuánto querías gastar. Y si había poca pasta, te ponía unos muelles por fuera de la palanca que hacían la misma función que el interno.
¡Qué recuerdos!
La verdad es que ya no hay muchos mecánicos de los de antes, por eso mismo porque no se han formado, pero no quiero quitarle el mérito a estas personas ya que verdaderamente eran mecánicos realmente, lo que hoy hay en día en los talleres son "cambiadores de piezas", ya no se paran a poder reparar alguna pieza que realmente se puede recuperar. Un saludo